domingo, 1 de febrero de 2015

Phuket: llegada y primeros paisajes de leyenda

Llegamos a Phuket en un vuelo directo desde Bangkok, en el aeropuerto nos esperaban para llevarnos al hotel, estaba situado en la playa de Karon. La isla de Phuket está repleta de zonas con playas, la más bulliciosa sobre todo para la noche es Patong, la que elegimos nosotros tiene un corte más familiar, y aunque no le faltan los locales de animación nocturna, casi todos los que querían este tipo de atracciones cogía uno de los tuneadisimos tuk tuks de la zona e iban a Patong.



En el trayecto desde el aeropuerto a nuestro destino en Karon , la simpática Tai que nos recibió, nos conto más o menos como funcionaba la isla y muy bien aleccionada por sus jefes nos intento disuadir de que no cogiéramos ninguna excursión de las que te ofrecen por la isla, augurándonos desdichas inenarrables. Las únicas seguras las suyas.

Llegamos al hotel el Ramada South Shore, que es de una estética preciosa,  las habitaciones correctas, tienen lo que necesitas, eso sí sin lujos y con pinta de pedir una reforma próximamente. Aun asi era considerado un hotel de 4 estrellas. En Asia las estrellas no son indicador de casi nada.


Pasamos la tarde en la playa, descansando del intenso ajetreo de días anteriores. Una playa deliciosa y situada justo frente al hotel, tiene un poso de paraíso solo difuminado por los edificios de corte resort que se adivinan entre las palmeras.



Por la noche dimos una vuelta, contratamos las excursiones que queríamos hacer no sin hacer un pack con las dos y el clásico regateo, a menos de la mitad del precio que nos ofreció la guía que nos recogió del aeropuerto. Cenamos en un restaurante de comida típica muy, muy turístico y a la cama que al día siguiente hacíamos la primera visita.



Como curiosidad os diré que Wifi en los hoteles no suele estar incluido y es carísimo de contratar, en cambio casi todos los restaurantes se lo ofrecen gratis a sus clientes. Así que la absurda estampa de la pareja comiendo y cada uno mirando el móvil, en este caso está justificada.

Ao Phang Nga National Park

Nos recogieron puntualmente en la recepción y después de recoger algunos  otros excursionistas en otras localidades y una hora de viaje llegamos a la Marina desde la que partía nuestro Ferry a el parque. Desde el mismo puerto pudimos observar las típicas embarcaciones de pesca locales y como dedican sus recursos a la captura de langostas con nasas.





El barco, de dos plantas tenia habilitada la superior para el disfrute de los pasajeros, con bancos de madera desde los que podías disfrutar del paisaje, que más adelante se mostro grandioso. La excursión constaba de cuatro paradas, siendo la ultima la famosa James Bond Island. Llamada así por que en esta ubicación se filmo la película "El hombre de la pistola de Oro".


Nuestra primera parada fue en una idílica isla , a la que desembarcamos en kayaks que la embarcación llevaba para tal efecto en la planta baja. La verdad es que disfrutamos de un delicioso baño con un marco incomparable.


Proseguimos viaje, desde la proa del barco se tenía una vista inmejorable de nuestro destino, el conjunto de islas cársticas que componen el parque.


Nuestro segundo destino empezó a enseñarnos la magnificencia de lo que nos disponíamos a ver. Volvimos a bajar a los kayaks, pero en este caso nos adentramos en una cueva con extraordinarias formaciones rocosas, plagadas de murciélagos y un simpático mono de controlador de acceso.







Una vez en el barco iniciamos la travesía hasta la siguiente parada. En este trayecto nos sirvieron una deliciosa comida a modo de buffet. tengo que comentar que teníamos bebidas incluidas en la excursión durante todo el trayecto. Así que comiendo y bebiendo observaba desde la borda los caprichos de la naturaleza a modo de formaciones rocosas y playas.





En la tercera parada volvimos a disfrutar de nuestras embarcaciones auxiliares que nos llevaron a visitar una isla cercana, entrando por grutas para salir a zonas centrales abiertas al cielo, formaciones espectaculares, vegetación selvática. Vamos lo que estas acostumbrado a ver en documentales pero que no reflejan ni una décima parte del atractivo real. Entre estas formaciones nos mostraron una que llaman la piraña, seguro que cuando veáis la foto adivinareis cual es.





Al fin nuestra última etapa, uno de los motivos por los que quise visitar Tailandia desde que lo vi en la película, James Bond Island. En este caso nuestro ferry fondeo mas lejos de la isla y nos vinieron a recoger unas rápidas motoras. Una vez en la isla debo de admitir que no fue lo mejor de esta excursión, la gran afluencia de turistas y los puestos de recuerdos disolvían el encanto original que tenia la isla, aun así conseguí hacer algunas de mis mejores instantáneas del viaje ya que el lugar era impresionante.





Desde aquí ya fue un camino a toda máquina al puerto, amenizado por la tripulación. Otra hora de furgoneta desde la marina en la que atracamos nos devolvió a nuestro hotel.


2 comentarios:

  1. Que pasada de viaje os estais dando. Tomamos nota de todo lo que haceis para repetirlo nosotros en pocos meses. Ya esperamos impacientes vuestra proxima entrada. Saludos y segid disfrutando !!

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  2. Gracias por incluir nuestros link en tu blog. Revisa, por favor, el de "Mis fotos del mundo", no funciona. Tambien pondremos un enlace a este estupendo blog.

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