sábado, 17 de enero de 2015

Primera etapa Bangkok



Bangkok primera etapa



Aterrizamos temprano por la mañana, el aeropuerto es fácil de seguir, la única cosa que es recomendable es tener un bolígrafo a mano, ya que tendrás que rellenar un formulario de entrada al país, si no lo traes relleno del avión, este formulario te lo sellan a la entrada y debe acompañarte durante todo el viaje, ya que lo necesitaras para poder salir de Tailandia. Posiblemente si vas en grupo organizado te recordaran mil veces que no lo pierdas.

Mientras te el autobús nos acercaba a la urbe pudimos empezar a vislumbrar lo amplia de la misma y el contraste de rascacielos al fondo y casas(por no llamarlas chabolas) que hay en muchos barrios.

Nos recogieron en el aeropuerto y nos llevaron a un céntrico hotel de la ciudad, que no era el nuestro, donde te dan una charla de bienvenida y te explican como es el país, como son los circuitos  normas básicas para moverse por ahí.

Teníamos prevista la visita a bangkok a la vuelta de ver el norte y habíamos pensado tener el día para aclimatarnos un poco al cambio horario pero la organización nos propuso hacer la visita ese mismo día y como sería un tour guiado para nosotros solos no pudimos negarnos.

Así que iniciamos la visita.

WAT PHO o Templo del Buda reclinado

Impresionante lugar, enorme zona de templos y estatuas, arquitectura típica Tailandesa, con esos tejados tan característicos, nos dijeron que eran así para asemejar a las escamas de un dragón.

En algunas estatuas encuentras elementos orientales mezclados con occidentales.

Hay leones en muchas entradas, aunque debo decir que son león y leona, a la hembra la reconocerás por que siempre tiene un cachorro tallado en algún sitio.

Para entrar en los templos o WAT como los llaman ellos, indefectiblemente hay que descalzarse, hay que dejar los zapatos en la puerta, seguro que más de uno se ha llevado la sorpresa de no volver a encontrarlos pero debo decir que en nuestro caso y según nos conto la guía casi no pasa.

A mí personalmente el buda reclinado me impresiono, llegar de occidente y encontrar esto nada más aterrizar, te va dando cariñosas bofetadas de no sois el ombligo del mundo, los demás también somos capaces de hacer cosas sorprendentes.
















y tan sorprendentes si ves la calidad de los andamios :)

Mi mujer, Sara, realizo un típico rito tailandés deseándonos buena suerte.

GRAND PALACE y el WAT PHRA KAEW

Desde allí fuimos a el enorme recinto que alberga el palacio real y el templo de WAT PHRA KAEW, hogar del sagradísimo para ellos Buda esmeralda.

Este recinto necesita bastante tiempo para disfrutarlo en su totalidad. Empezamos visitando sus majestuosos templos, donde las entradas están guardadas por temibles demonios.


Que poder decir de un área tan espectacular, colorido, arquitectura, estatuas todo fundido con un tono religioso que me encanto. 




Incluso hay una maqueta del famoso Ankor Wat de Camboya.

De ahí pasamos al área del palacio, la zona en la que el rey se baja del elefante en la ceremonia de la coronación me pareció muy curiosa.

La tradición de los guardias inmutables parece que también se ha exportado a Tailandia.

WAT Benjamabophit

También conocido como el templo de mármol es una estructura en medio de un gran jardín, cuando llegamos pudimos ver una curiosa ceremonia de entrega de los títulos académicos a los estudiantes por parte de los monjes, todo un honor para ellos.

Después fuimos a visitar una de las fabricas de joyas estatales, un curioso lugar en el que en el fondo lo que quieren hacer es que compres algo, eso si la plata está muy barata, bueno en general todo, pero no me parecieron piedras de gran calidad y el oro era de pocos quilates.

Nos dejaron en nuestro hotel a media tarde, cansados del viaje, pero decidimos que queríamos cansarnos aun mas para caer rendidos y no pelear mucho con el jetlag horario a la hora de dormir (yo no lo conseguí pero mi mujer durmió como un lirón).

Lo primero fue buscar un banco donde cambiar nuestro dinero, había uno justo frente al hotel, el Holliday Inn Silom en Silom road. Una vez con dinerito fresco caminamos sin rumbo fijo buscando un lugar para cenar y respirando un poco el ambiente de esta zona de la ciudad.

Y así caminando es como llegamos al famoso Patpong night market, un compendio de puestos de venta de falsificaciones la mayoría, que hacen sus propias calles rodeado de bares donde vayas con quien vayas, en mi caso con mi mujer de la mano te ofrecerán el célebre Ping Pong show.

Por cierto si viajáis al norte ni se os ocurra comprar aquí, yo encontré lo mismo mucho más barato en Chian Mai y Chian Rai. Cerca encontramos un sitio para cenar a un precio irrisorio y de vuelta para el hotel.

Había que madrugar para ir al aeropuerto y viajar al norte, a Chian Mai

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