viernes, 23 de enero de 2015

Cuatro horas en Myanmar


Birmania o Myanmar, oficialmente República de la Unión de Myanmar, es un país soberano del sudeste asiático. Desde 2005 su capital es Naipyidó. Limita al norte con China, al sur con el mar de Andamán, al este con Laos y Tailandia, y al oeste con la India, Bangladés y el golfo de Bengala.

La excursión surgió de improviso, como una propuesta fuera de ruta, la guía nos ofreció la posibilidad de pasar la frontera y hacer una visita relámpago a Tachileik localidad Birmana a la que separa de la de Mae Sai el rio Ruak. Y como no, aceptamos.

 Los puestos fronterizos de los dos países se sitúan en ambos extremos del puente que conecta las ciudades. Digamos que ambos los cruzamos de una manera que solo puedo calificar de poco ortodoxa. entre un trasiego de Tais y Birmanos que guardaban cola y eran registrados, pasamos casi como  estrellas del rock,  los militares haciéndonos un pasillo para que tuviéramos mas sitio, muchas sonrisas, saludos y ninguna pregunta.




Si Tailandia es un shock cultural con occidente, en comparación con Birmania es como si fueran los vecinos pijos. Solo el primer vistazo al otro lado de la frontera ya nos dijo que algo había cambiado, y mucho. No había turistas, las infraestructuras eran casi las imprescindibles, todo tenia apariencia como mínimo de muy usado. Allí nos recibió el dueño de una compañía de tuk tuks, que según nos dijeron tenia lazos familiares con el régimen militar.


Recorriendo la ciudad las infraestructuras mínimas pasaron a ser las inexistentes, mi mujer que ha visitado la india y que siempre me decía que Tailandia en general estaba mejor aquí no pudo afirmar lo mismo. Calles sin asfaltar, tiendas que son meros tenderetes, trabajo sin la más mínima noción de medidas de seguridad, chabolas, ruinas y eso solo en 10 minutos de paseo. Fue ver una miseria sin tapujos, sin adornos turísticos, la realidad de esa parte del país.





La primera parada fue en un monasterio de monjas budistas, y fue nuestro primer baño de realidad. Estaban todas reunidas en el templo, de un primer vistazo nos sorprendió la cantidad de niñas que había, tenía una explicación, al parecer era bastante común que los disidentes desaparecieran sin dejar ni rastro y las huérfanas tenias dos opciones, o el comercio sexual o el monasterio, así que del mal el menos. Podríamos decir que se podían sentir afortunadas pero sinceramente no vi ni una sonrisa en sus bocas y menos aun en sus miradas. Recordare siempre que por mal que estemos con tanto que se habla de la crisis en nuestro país, la realidad siempre tiene cosas mucho más crueles que mostrarte. Después de esta visita algo en mi ha cambiado a la hora de valorar ciertas cosas.



Shwedagon

Estupa copia de la situada en Rangún la capital, fue construida aquí para que los Tailandeses, desde el otro lado de la frontera, vieran lo que los Birmanos habían hecho con el oro de los templos saqueados en sus incursiones. Aqui nos esperaban para acercarnos a las costumbres del país, una simpática chica me acompaño y enseño como pedir suerte en un rito propio de mi año de nacimiento, el del tigre. Una curiosidad era que tanto mujeres como niños tenían cubierta la cara con una crema de color amarillento. Según supimos más tarde era un remedio natural a base de plantas que usaban para proteger la piel.



En el centro de la ciudad visitamos un monasterio típico de el país, con sus budas diferentes a los vecinos y su construcción típica de Myanmar.


De allí bajamos a un mercado de alimentos típico, la verdad es que no vi ni un turista por allí. Con el inseparable dueño de los Tuk Tuks atento a nuestros movimientos, paseamos por el viendo unos productos extraordinariamente frescos, en unas condiciones higiénicas casi inexistentes. Me encanto sumergirme entre los puestos, ver el día a día de este pueblo. Al salir de la zona de puestos, nos ofrecieron una delicatesen local, Grillo frito en aceite de palma, el sabor no era del todo malo, aunque la textura si dejaba un poco que desear.








Como última parada, el mercado de las falsificaciones. Parece ser que todo lo que compras en Tailandia esta manufacturado aquí, los precios son de risa, como gran curiosidad diré que existían varias calidades de falsificaciones, lo que te hace pensar que en el país vecino que solo te tienden a ofrecer una la mayoría de las veces te meten gato por liebre. Aproveché para comprar una maleta, ropa, mochila, gafas... y todo ello paso por la frontera sin el mas mínimo vistazo por parte de los agentes de la ley y el orden.

2 comentarios:

  1. Gracias por compartir vuestras vivencias en Myanmar y por toda la información. Me han sorprendido las fotos de las niñas monjas budistas y lo que cuentas. Siempre que callejeas y te aventuras a recorrer a tu aire descubres sitios geniales y sorprendentes ( en todos los sentidos) y la realidad del país o ciudad que visitas.

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  2. Gracias por compartir vuestras vivencias en Myanmar y por toda la información. Me han sorprendido las fotos de las niñas monjas budistas y lo que cuentas. Siempre que callejeas y te aventuras a recorrer a tu aire descubres sitios geniales y sorprendentes ( en todos los sentidos) y la realidad del país o ciudad que visitas.

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