Descubriendo Chiang Mai
Llegamos a medio día al hotel, después de haber salido por
la mañana de Bangkok y nos recogieran en el aeropuerto, en este caso era otro
Hollyday Inn a orillas del rio Chao Phraya. Estaba situado a las afueras de la
ciudad, pero la habitación tenía unas bonitas vistas al rio y la urbe. Teníamos
libre hasta la noche, cuando nos uniríamos a nuestro grupo de viaje por el
norte en una cena típica Kantoke
Así que con los bártulos en la mano salimos a explorar la
ciudad por nuestra cuenta, cogimos un tuk-tuk después de regatear un rato para
llegar al centro histórico de la ciudad.
Nos dejo uno de los templos mas característicos de la ciudad,
el WAT Chedi Luang
Desde aquí empezamos a explorar todo el centro de la ciudad
andando, vimos varios puestos de comida callejera y por primera vez en el viaje
nos atrevimos a hincarles el diente a sus productos, nos gusto mucho la
experiencia, tanto culinaria como monetariamente, eran extremadamente
baratos!!!!

Recorrimos calles, callejuelas y hasta callejas. En una de
las calles principales nos interesamos por una oferta de masaje, en dos horitas
tenias el Thai, de pies y con aceites todo en la misma oferta, a un precio que
era menos de una cuarta parte de lo que habíamos visto en Bangkok. Así que nos
decidimos a probarlo, fue toda una experiencia, dolorosa y deliciosa a la vez,
cuando salimos del centro de masajes estábamos como flotando. Después resulto
ser que nos salió mas barato que al resto de compañeros que nos unimos que
probaron la experiencia en Chiang Rai recomendados por la guía.

La verdad es que una de las cosas que no olvidare de este
viaje precisamente es este paseo al libre albedrio, me gusto la ciudad y la sensación,
descubriendo templos, guest houses, sitios de alquiler, los invariables
7eleven...
Regresamos al hotel y nos cambiamos para encontrarnos a la
hora señalada con el autobús que recogía a todo el grupo para llevarnos al
lugar de la cena tradicional. En él fue donde conocimos a un inmejorable grupo
de compañeros de viaje con los que
compartimos la aventura hasta regresar a Bangkok.
La cena era típica Tai, a mi me encanto, pero por que la
comida de ese país me apasiona, después ya sabéis para gustos los colores, como
comentario general tengo que decir que la comida local es una maravilla. Hubo
un espectáculo de bailes tradicionales bastante curioso, eso si el local estaba
orientado 100% al turisteo. Como nota curiosa tengo que decir que el lugar
estaba a las afueras rodeado de jardines....que no podíamos ni pisar por la
posibilidad de encontrar alguna simpática serpiente.

De allí de vuelta al hotel para comenzar al día siguiente con
las visitas a los alrededores de la ciudad.
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