miércoles, 18 de febrero de 2015

Escapadas: Roma esencial(I)

Primer articulo sobre nuestra escapada a Roma, hemos decidido escribirlo en dos partes para que no se hiciera demasiado extenso.




El primer paso para una escapada es buscar el medio de transporte adecuado, en nuestro caso dada la distancia y el tiempo limitado de que disponíamos elegimos un vuelo directo Malaga - Roma, por suerte la compañía Vueling ofrece este servicio a un precio razonable  (330€ los dos).


Después de asegurarte el transporte toca buscar alojamiento, tras mucho buscar y comparar nos decidimos por el Navona Tower Relais, un bed & breakfast  a escasos 50 metros de la plaza Navona, epicentro de la ciudad. Nos gusto este lugar por su buenísima relación ubicación, precio y comentarios (71,10€ la noche + 7€ impuesto municipal). Lo que costaba mas que otros alojamientos más alejados, zona estación Termini sobre todo, se compensa por no tener que usar transporte público al poder llegar a pie cómodamente a los lugares esenciales a visitar.

La decisión se tornó mas que acertada cuando llegamos al lugar y descubrimos una habitación al nivel de un hotel de 4 estrellas, con un baño pequeñito eso si pero funcional. El desayuno en un bar cercano era correcto aunque se echaban en falta algo más que bolleria para acompañar al buenísimo café y el zumo.

Ya solo nos quedaba el transporte desde el aeropuerto de Fuimicino a el centro. Teníamos tres opciones, taxi (48€), tren(18€ por persona) y autobús (8€ los dos con la compañia Terravision). Al final nos decidimos por este último, que nos llevaría hasta la estación Termini como el tren y desde allí iríamos andando al alojamiento, un paseo de 40 minutos andando. Ida y vuelta 16€ comparado con 72€ o 96€ nos pareció un esfuerzo asumible.

Todo salió como planeado y a las 21:00 del viernes entramos en nuestra habitación, dejando las maletas nos dispusimos a salir para cenar algo en un restaurante cercano que nos recomendó el dueño del b&b donde nos hospedábamos. Después de una cena que incluyó un muy buen carpaccio de ternera, un risoto y pasta casera a un precio moderado para la zona (57€) nos fuimos a dormir para preparar nuestro asalto al Vaticano a la mañana siguiente.

Al tener el tiempo tan justo te obliga a madrugar para poder aprovecharlo, además si sois amantes de la fotografía  como yo agradeceréis la falta de masificación es a horas tempranas. Nosotros a las 8 ya estábamos desayunados y de camino al estado papal, cruzando el río Tevere por el puente escoltado de estatuas del célebre Bernini que da a Castel Sant'Angelo.






Después de las instantáneas de rigor y de disfrutar de las vistas continuamos hacia nuestro destino, acompañados en el trayecto por algún madrugador cardenal.



Llegamos a los pocos minutos a la espectacular plaza de san Pedro. Una vez recuperados de la grandiosidad del lugar, pensamos en ponernos en una cola que cruzaba el lugar, pero al preguntar a unos carabinieri (policía italiana) nos dijeron que esa mañana la basílica estaba cerrada al público y nos indicaron el camino al museo Vaticano.



Llegamos a las 8:45 y ya había una cola descorazonadora, en ella había los típicos ganchos que te dicen que vas a estar 3horas esperando y te ofrecen tours guiados a un precio poco mayor que el de la entrada. La realidad es que la cola tardo una hora y cuarto en alcanzar las taquillas y el precio de la entrada era de 16€ por cabeza y no los 40€ que nos pedían por la visita acompañada. Así que aparte de estar atentos de los famosos descuideros de bolsos de la zona, también atentos a estos que ofrecen servicios a precios abusivo metiéndote miedo con el tiempo de espera.



La visita al museo Vaticano es fabulosa, bastante masificada para mi gusto, pero interesantísima, no dejéis ningún rincón sin explorar por que hay sorpresas en cada lugar. La capilla sixtina merece un capítulo aparte ya que es una maravilla en la que uno debe sentarse y pasar un rato disfrutando del espectáculo. La visita transcurre entre zonas de arte romano, egipcio, babilonio, sacro, pictórico entre otros.







Quiero tratar por separado los espectaculares acceso y salida del museo, dos escalinatas completamente diferentes pero ambas espectaculares.



El museo tiene un par de jardines que tienen una zona de descanso y una terraza en la que tomar algo si la visita se prolonga, y os aseguro que si queréis encontrareis motivos para alargarla.



Salimos de allí sobre las 12:30 y nos dirigimos a la plaza de san Pedro a ver la basílica que abría al público a la una después de concluir la ceremonia de nombramiento de cardenales.


Después de sufrir otra cola, que aproveche para hacer mas fotos, pasamos el arco de seguridad que nos daba libre acceso a la iglesia mas importante del cristianismo. Decidimos subir primero a la cúpula para dejar que la mayor parte de la gente se dirigiera al edificio principal. Tienes dos opciones para subir, o todo por escaleras, 5€ por persona o hacer el primer trayecto en ascensor y el ultimo escaleras 7€. Teniendo en cuenta las importantes caminatas que llevábamos y las que nos quedaban, no escatimamos y subimos  en ascensor.

La primera parada en la ascensión fue para ver desde el interior de la cúpula la iglesia, el altar principal y demás zonas internas. La altura impresiona bastante, hasta que no lo ves desde allí no te haces a la idea de lo grandioso de la construcción.

Seguimos subiendo ya por la escalera, buscando la cima, el recorrido se va haciendo por momentos más angosto y escarpado, no apto para piernas débiles, es tanto que te hace plantearte si merecerá la pena. Cuando llegas arriba sales completamente de dudas, lo merece y mucho!!.


Desde una balconada redonda, que recorriéndola te da una panorámica de 360 grados, encuentras una espectacular vista de Roma con un lugar preeminente para la plaza de san Pedro  al frente y el palacio papal a la espalda.





Bajamos a una azotea intermedia donde hay más vistas, otras perspectivas y una tienda de recuerdos regentada por monjas.


Ya a ras de plaza entramos en el edificio para pasear admirando en profundidad la iglesia del Vaticano, mil detalles hacen este lugar muy especial y notas un aroma a sagrado impregnado en cada esquina.




Era ya tarde así que nos dispusimos  a buscar un lugar donde comer que no nos pareciera un nido de turistas. Lo encontramos al otro lado del río, así que comimos hablando de lo inesperadamente impresionante de la visita a el Vaticano. Fue un buen almuerzo, al nivel de calidad de la noche anterior y bastante más barato 37€.

Desde allí ya un poco cansados pero con el depósito lleno después de alimentarnos nos dirigimos hacia la plaza de España. Lugar de quedada de muchos turistas, esta plaza dominada por una escalinata hiper poblada de gente no es ni mucho menos lo mas espectacular de la ciudad pero tiene un encanto especial.


Seguimos camino hasta la fontana de Trevi, la única gran desilusión del viaje no por el monumento en si, sino por las obras de restauración que no nos permitieron verla en todo su esplendor.




De allí continuamos hasta la plaza del Panteón, pero la cantidad de gente y que celebraban misa en su célebre iglesia nos hizo decantarnos por cambiar de destino y dejarlo para el día siguiente.


Nos volvimos locos y decidimos ir en busca de la famosa boca della verita. Después de un largo camino, preguntar un par de veces y pasar por un par de monumentos que no hubiéramos visto de otra manera llegamos de noche al lugar. Habían cerrado pero aún así pude hacerle una foto con el movil, como las de los lugares anteriores ya que la poca luz hacían mi cámara una opción  ineficiente sin trípode. El camino mereció la pena mas por lo que encuentras por el que por el destino, pero aún así no nos arrepentimos de hacerlo.

                                 

                                  

                                  

De vuelta encontré una fabulosa espagueteria, L'archeto se llamaba, una inmensa carta de diferentes formas de hacer espaguetis, unas entradas deliciosas y un muy buen vino de la casa la convirtió en una de las mejores paradas gastronómicas del viaje, a un gran precio por cierto 33€.
Llegamos al hotel sobre las 21:00, en pleno proceso de rendición incondicional, nos duchamos para caer redondos a la cama ipso facto.

3 comentarios:

  1. Buena explicacion, me ha encantado recordar los lugares que recorrimos hace ya tiempo, nosotros ibamos con la peque y era mas despacio y entretenido. Muy buenaas fotos, esperaremos a la segunda entrega. Saludos

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  2. Gracias por el comentario!! Nos anima a seguir compartiendo. En cuanto a las fotos, gracias otra vez! Pero tengo mucho por mejorar.

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  3. Nos han encantado las fotos y toda la información tan detallada!! Nos trae muchos recuerdos de nuestro viaje por Italia en furgoneta. Por suerte la Fontana di Trevi no estaba en obras cuando visitamos Roma.
    Salud y nuevos viajes.

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